La
cooperación española para la ayuda al desarrollo prevé una rebaja al 0,25% del
PIB para el 2012. Centra los
esfuerzos en las regiones más empobrecidas de Iberoamérica, en aquellas del
norte de África embarcadas en una transición democrática, en África
subsahariana Occidental y a programas que tengan que ver con los sectores de
agua, salud, educación y buena ‘gobernanza’.
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel
García-Margallo, ha explicado en su primera intervención
ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso las líneas generales de los recortes de España
en la cooperación internacional debido a los problemas económicos. Ha reconocido que en épocas de crisis como
la actual habrá que “hacer más con menos” y buscar “más calidad, más eficacia y
más transparencia y un mayor impacto” de la ayuda al desarrollo. El expresidente
José Luis Rodríguez Zapatero, en su gobierno ya anunció que España no podría
asumir la meta de llegar al 0,7% del PIB en ayuda para el desarrollo. Según el
diario El País, “al menos 900 de los más de mil millones que debe recortar el
Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación corresponderían a las partidas
de la ayuda al desarrollo[…]”.
Esta reducción obliga a seleccionar las organizaciones que mejor
administren los recursos en la lucha contra la pobreza. En concreto, ha citado organismos
que priorizarán el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, UNICEF,
ONUSIDA y ONUHABITAT.
Diversas ONG como Intermón Oxfam,
Entreculturas y Manos Unidas muestran su preocupación ante los recortes de
1.016 millones de euros, el 40% respecto al presupuesto del 2011, que pueden
afectar a derechos importantes del ser humano como la educación y la salud. El
Director del Instituto de Salud Global de Barcelona, Pedro Alonso, insiste en
que "hay que explicar bien a la sociedad española que a base de recortar
la cooperación internacional no vamos a arreglar nuestro déficit. Rebajar la
ayuda no soluciona nada a España y, sin embargo, son millones de euros que
dejarán de resolver problemas para los más desfavorecidos". La
sensibilización y el fomento de una cultura de solidaridad global son las
prioridades del Plan Director 2009-2012 de la Cooperación Española. La pobreza
y la desigualdad entre países ricos y empobrecidos son problemas de importancia
mundial. Los resultados de la encuesta llevada a cabo por la Fundación Bill y
Melinda Gates en colaboración con UNICEF España, reflejan claramente que a
pesar de estar en una política de austeridad debido a la coyuntura económica,
la opinión pública española apoya mantener el compromiso económico de ayuda
internacional. Indican que “el 55% de la población española cree que destinar
un 0,46% del PIB es ‘muy poco’ o ‘solo razonable’. Los jóvenes de entre 18 y 24
años son los que más desean un incremento de la ayuda”. Esto contrasta con lo
recortes planteados por el gobierno sobre las ayudas a las personas más
desfavorecidas. La reducción del gasto va más allá de perjudicar la posición de
España en el mundo pues, cada euro invertido ayuda a salvar vidas. Gracias a una
contribución moralista o interesada, España se ha hecho lugar en el G-20, ha
aspirado a presidir la FAO y figura entre los principales donantes del Fondo
Mundial contra el Sida.
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