miércoles, 9 de mayo de 2012

> Vivir en un espacio verde



La arquitectura y la construcción de casas y edificios es una actividad que tiene gran impacto en el planeta y hacen que el impacto en el medio ambiente sea mayor. Con el cambio climático global, es necesario promover un crecimiento sostenible con construcciones ecológicas que busquen una optimización entre el uso de materiales y energías renovables que reduzcan la contaminación, lo que supone un gran respiro para el planeta.

Al hablar de edificación ecológica, no sólo se entiende como una forma de ahorro de energía, si no una construcción más saludable con la naturaleza que ayude a combatir la sobreexplotación urbanística que destruye el paisaje. Combina las ventajes de vivir en una casa tradicional con las de un hogar moderno. Como vivir en una casa normal con la diferencia de que está hecha con materiales respetuosos con el entorno, naturales o reciclados, como mezclas de madera, arcilla, piedra e incluso arena, cáñamo y restos vegetales. Por otro lado, busca una mayor eficiencia que resuelva las necesidades energéticas con fuentes de energía renovables, que reduzcan la contaminación y el impacto medioambiental. Está ligada a las condiciones climáticas y por tanto al aprovechamiento energético más conveniente para cada situación, pero no influyen ni en la calidad ni en las comodidades de la vivienda tradicional.


Una vivienda ecológica, bioclimática y autosuficiente genera muchos beneficios en cuanto diseño, calidad y confort. Se adaptan a las condiciones climáticas y arenosas de la zona donde se quiera construir y aplica técnicas energéticas con el fin de conseguir un acondicionamiento natural de temperatura y humedad. Juega con la ubicación, orientación y distribución del espacio para conseguir luz natural mediante cristaleras y con el uso de placas solares, conseguir energía para la electricidad o calefacción.  Todo de forma natural y ecológica que mejora la calidad de vida de las personas y la economía, al ahorrar costes de construcción y mantenimiento. La mayor ventaja es que si algún día se quiere deshacer de la construcción, esta es totalmente reciclable.


Pese a contar  con un gran atractivo hogareño y funcional, son pocas las personas que han decidido apostar por esta forma de vida. Bien es cierto que se necesita un terreno en el que construir estas casas, que normalmente suele estar alejado de la zona urbana. Sin embargo en la ciudad también podría darse una construcción sostenible al tener en cuenta la población masiva y las necesidades y contaminación de esta, ya sea creando edificios nuevos o renovando edificios con materiales naturales y cánones ecológicos. Mientras que países como España y Latinoamérica tienen unas condiciones climatológicas muy favorables para la construcción de este tipo de viviendas, países como Noruega, Alemania o Francia que tienen un clima más frío, llevan impulsandola desde hace años.

Hay que dar tratamiento a los problemas de salud del planeta con construcciones que combinan la sostenibilidad con el ingenio, la eficacia y la funcionalidad, cada vez más comprometidas con los problemas ambientales. Las condiciones ecológicas procuran una calidad de vida que preserva el medio ambiente y frena el cambio climático al utilizan recursos naturales como un modo alternativo de construcción. Por tal razón los arquitectos y urbanistas están creando nuevas formas de vivir que hagan repensar nuestros hogares y oficinas.

Con esto, se pretende una construcción sostenible en el que proyecten, diseñen, construyan y reciclen edificios sostenibles para el hombre y el medio ambiente. Una alianza entre personas y naturaleza para mantener los recursos y proteger el medio ambiente sin dañarlo ni agotarlo, porque si no, vamos a necesitar otro planeta.
La edificación de la vivienda no es lo único que tiene que ser sostenible, el modo y estilo de vida ha de cambiar para poder aportar algo al cuidado del medio ambiente y conseguir una conciencia global para cuidarlo. 





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miércoles, 9 de mayo de 2012

> Vivir en un espacio verde



La arquitectura y la construcción de casas y edificios es una actividad que tiene gran impacto en el planeta y hacen que el impacto en el medio ambiente sea mayor. Con el cambio climático global, es necesario promover un crecimiento sostenible con construcciones ecológicas que busquen una optimización entre el uso de materiales y energías renovables que reduzcan la contaminación, lo que supone un gran respiro para el planeta.

Al hablar de edificación ecológica, no sólo se entiende como una forma de ahorro de energía, si no una construcción más saludable con la naturaleza que ayude a combatir la sobreexplotación urbanística que destruye el paisaje. Combina las ventajes de vivir en una casa tradicional con las de un hogar moderno. Como vivir en una casa normal con la diferencia de que está hecha con materiales respetuosos con el entorno, naturales o reciclados, como mezclas de madera, arcilla, piedra e incluso arena, cáñamo y restos vegetales. Por otro lado, busca una mayor eficiencia que resuelva las necesidades energéticas con fuentes de energía renovables, que reduzcan la contaminación y el impacto medioambiental. Está ligada a las condiciones climáticas y por tanto al aprovechamiento energético más conveniente para cada situación, pero no influyen ni en la calidad ni en las comodidades de la vivienda tradicional.


Una vivienda ecológica, bioclimática y autosuficiente genera muchos beneficios en cuanto diseño, calidad y confort. Se adaptan a las condiciones climáticas y arenosas de la zona donde se quiera construir y aplica técnicas energéticas con el fin de conseguir un acondicionamiento natural de temperatura y humedad. Juega con la ubicación, orientación y distribución del espacio para conseguir luz natural mediante cristaleras y con el uso de placas solares, conseguir energía para la electricidad o calefacción.  Todo de forma natural y ecológica que mejora la calidad de vida de las personas y la economía, al ahorrar costes de construcción y mantenimiento. La mayor ventaja es que si algún día se quiere deshacer de la construcción, esta es totalmente reciclable.


Pese a contar  con un gran atractivo hogareño y funcional, son pocas las personas que han decidido apostar por esta forma de vida. Bien es cierto que se necesita un terreno en el que construir estas casas, que normalmente suele estar alejado de la zona urbana. Sin embargo en la ciudad también podría darse una construcción sostenible al tener en cuenta la población masiva y las necesidades y contaminación de esta, ya sea creando edificios nuevos o renovando edificios con materiales naturales y cánones ecológicos. Mientras que países como España y Latinoamérica tienen unas condiciones climatológicas muy favorables para la construcción de este tipo de viviendas, países como Noruega, Alemania o Francia que tienen un clima más frío, llevan impulsandola desde hace años.

Hay que dar tratamiento a los problemas de salud del planeta con construcciones que combinan la sostenibilidad con el ingenio, la eficacia y la funcionalidad, cada vez más comprometidas con los problemas ambientales. Las condiciones ecológicas procuran una calidad de vida que preserva el medio ambiente y frena el cambio climático al utilizan recursos naturales como un modo alternativo de construcción. Por tal razón los arquitectos y urbanistas están creando nuevas formas de vivir que hagan repensar nuestros hogares y oficinas.

Con esto, se pretende una construcción sostenible en el que proyecten, diseñen, construyan y reciclen edificios sostenibles para el hombre y el medio ambiente. Una alianza entre personas y naturaleza para mantener los recursos y proteger el medio ambiente sin dañarlo ni agotarlo, porque si no, vamos a necesitar otro planeta.
La edificación de la vivienda no es lo único que tiene que ser sostenible, el modo y estilo de vida ha de cambiar para poder aportar algo al cuidado del medio ambiente y conseguir una conciencia global para cuidarlo. 





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